Trabajo Práctico Sobre Uno Mismo
Curso de 2002-03
comentarios hechos por los participantes del curso
Para mi el curso On-line del TPSUM, creo que ha sido esencialmente el de poder usar un tipo de voluntad de trabajo o grupal que es de un tipo superior y diferente al de la común voluntad de la máquina, esto hace que durante el tiempo que ha durado el curso me he visto "envuelto" en una rueda de ejercicios, pensamientos, reflexiones, atención sobre la máquina que de otra manera habrio sido mucho más dificil de conseguir por uno mismo. En mi experiencia durante el curso, hubo momentos y ejercicios poderosos que de una manera u otra cambiaron algo en la máquina; a veces los ejercicios más simples y que parecen fáciles suelen ser todo lo contrario, como el de dejar en ridiculo a uno mismo o hacer sonrojar a la máquina por actuar de una manera comprometedora. Aún me acuerdo del
mal momento que pasé, poniendome
un simple pin en la caeta, de un partido sindical en plena campaña
de elecciones del comité de mi empresa, justamente del
partido contrario al que estaba afiliado, compañeros
del sindicato me miraron como si fuera un bicho raro, no entendian
lo que estaba y mi máquina se sonrojó; este
simple ejercicio me hizo sentir después un poco más
libre, como si me hubiera quitado una piedra del bolsillo. Saludos,
J. de Barcelona |
El hecho de trabajar en grupo obliga a la máquina a esforzarse a vencer su pereza habitual, a despertarse cada vez un poquito más... Al ser ésta la segunda vez que hago el curso, he observado cómo se va "escavando" este material, llegando a niveles más "profundos", llegando en momentos a un "filón"... El libro de TPSUM es un verdadero manual de entrenamiento para "mineros del Ser". paul b. |
Este curso ha durado año y medio; es la primera vez que he hecho un curso mantenido cada semana durante tanto tiempo. He pasado por varias fases durante este tiempo. Lo primero de todo fue que a través de esta enseñanza por fin pude poner orden en mi evolución espiritual. Después vinieron los pequeños descubrimientos en los sucesivos contactos con mi ser a través de mi presencia. A la vez fui descubriendo la fuerza de mi condicionamiento. Empecé a ser consciente de los campos de miedo que me rodean y a atreverme a traspasar algunos de ellos con las herramientas de este curso, para llegar a sentirme más auténtico que nunca en medio de tormentas emocionales. La sensación final del curso fue la de la gran voluntad que exige este camino, abordable sólo desde la constancia en la propia atención. A. de Pamplona |
A los que empiezan: Si estás buscando un camino para superar tus limitaciones actuales, o quieres hacer de ti mismo un instrumento más apto para comprender lo que realmente eres y lo que haces aquí, deseo decirte que este curso es, a la vez, un camino y una herramienta de una tremenda fuerza. No vas a encontrar en él más que amigos y compañeros de trabajo, y ningún comproo más allá de lo que libremente quieras asumir; pero te advierto una cosa: no es algo neutro, intelectual, un libro que colocar en tu biblioteca, sino un poderoso medio de transformación. Algo importante cambiará en ti, en cuanto empieces a trabajar. Nadie
te va a decir dónde está lo que buscas. Ningún dedo te señalará
dónde debes mirar. No hay más comproo que el que seas capaz
de asumir contigo mismo. Pero, con un poco de voluntad por tu
parte, y de trabajo,
aprenderás a usar tus ojos correctamente, así como de donde sacar
la fuerza para mirar. Una vez que empieces a ver, nunca volverás
a ser
el mismo, porque deberás asumir aquello que veas, aunque no encaje
con lo que pensabas. Pero para todo, incluso para lo que creemos
mas simple y es lo mas difícil, se necesita una técnica. Este
curso
te
la proporcionará. F. de Madrid |
TPSUM para mí ha sido todo un descubrimiento, una nueva forma de trabajo que reúne las que conocía con otras totalmente insospechadas. Comencé el trabajo con el grupo por aliento de uno de ellos (creo que nunca me habría acercado por mí misma a una forma de trabajar vía internet). Al principio se me hizo duro, no tenía en casa ordenador ni vía telefónica así que muchas de las sesiones las hice en algunos de los lugares que la diversa fauna del mundo www ofrece en la ciudad. Fue así como me di cuenta de lo poderoso de aquellos encuentros porque aún en condiciones tan adversas como las que vivía en esos lugares, sentía que durante aquellas dos horas de reunión estaba en otra dimensión con aquellos seres que veía como bolitas (ahora ya sé que se llaman avatares) de color azul reflejados en la pantalla. Sí, algo especial y conocido al mismo tiempo ocurría cada domingo, algo inimaginable para mí estando rodeada de músicas diversas, tristes conversaciones de latinoamericanos con “sus teléfonos” o jóvenes españoles matando bichos en sus propias pantallas (a veces acompañados de nubes de porros). Me sentía unida a las palabras impresas en los bocadillos que leía, al mismo tiempo que cada aportación me servía de esclarecimiento. Una fuerza diferente me mantuvo conectada a los mensajes de los que durante año y medio nos reunimos a compartir nuestras experiencias de la semana. M. de Puerto Rico
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