Prefacio
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Una vez formé parte de la Escuela que Gurdjieff había dejado, e incluso fui uno de los componentes del equipo internacional que había sido elegido para el evento residencial intensivo que fue llevado a cabo durante buena parte de 1968 en un primer (y quizás último) intento de reconstituir la situación que había sido interrumpida en el Prieuré a causa de la segunda guerra mundial. Sin embargo, para cuando poco después me puse en contacto con Idries Shah los herederos de Gurdjieff ya me habían desilusionado, y hoy en día mi desilusión sólo ha aumentado.
Gurdjieff
estaba muy dotado en el arte de la charlatanería, y la palabrería
que creó para hechizar a Ouspensky y a otros no se malgastó
de manera que inspiró suficiente credibilidad como para que siguiéramos
leyendo. Igual que Gurdjieff, Gold combina comprensión esotérica
con charlatanería consciente, y tal y como fui paciente leyendo
Los Relatos de Belcebú de Gurdjieff, normalmente respeto suficientemente
la intención Gold como para ser paciente, normalmente para encontrar
que dice cosas que pueden no ser literalmente ciertas, pero que actúan
en nuestras mentes metafóricamente o de otra manera. El
punto de este libro es simple, pero importante: atraer la atención
hacia la suma importancia de ser -aquí y ahora- conscientes de
nuestras impresiones, nuestros procesos psicológicos y esencialmente
de "nosotros mos". Más que un manual, puede que sea
un extenso sermón sobre la suprema importancia de despertar: despertar
al aparato psico-físico para que, con este apoyo, podamos conocer
Quiénes somos verdaderamente. Berkeley, California, 3 de julio, 1999 Claudio Naranjo
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