Claude Needham, Entra Por Aquí, obra de pastel

Prefacio
 

Este libro desafiador pone en duda las suposiciones básicas aparentemente mundanas y obvias que tenemos sobre la vida y la realidad. Si no estamos preparados para revisar nuestras más apreciadas creencias, encontraremos vertiginosamente difícil embarcarnos en este maravilloso recuento de viajes arqueológicos que culmina en una de las materias más fascinantemente esotérica jamás revelada.

Como cualquiera en su posición, Gold ha enfrentado miles y miles de veces la pregunta perenne, "¿Cuál ha sido la fuente de tus conocimientos?". Pero cuando dijo que sus conocimientos podían remontarse a los babilonios, poco sospechaba yo cómo los había obtenido precisamente precisamente, cuando le hice esa pregunta hace seis años en una calle de Nueva York durante un descanso de un cursillo chamánico.

En este remate a La Máquina Biológica Humana como Aparato de Transformación y La Vida en el Laberinto donde establece los cimientos, Gold intrépida y cándidamente describe algunas de las técnicas que le capacitaban para abrir secretos transmitidos desde los muy evolucionados chamanes del linaje Sumerio-Babilonio.

Los métodos que describe, y que nos invita a probar, tienen que ver con la psicometría, la innata habilidad "psiónica" para ver, oír y sentir escenas del antiguo pasado extrayendo visiones de reliquias antiguas. Aunque sea inusual, en realidad no es tan sorprendente. Por ejemplo, un grupo de arqueólogos se han dirigido a una rama muy esotérica de la física para localizar reliquias enterradas en las excavaciones arqueológicas alrededor de la ciudad de Flagstaff en el estado de Arizona en Estados Unidos y también en muchos otros sitios relacionados con los pueblos indígenas norteamericanos. De modo que esto es sólo un paso más en lo que está siendo explorado por científicos respetados en campos relacionados. En realidad, el uso de la psicometría es menos chocante que la afirmación de que los antiguos chamanes intencionadamente codificaron datos en reliquias. En esto es donde realmente él se arriesga.

Para entender o incluso estar dispuesto a aceptar que la psicometría puede ser un método válido para obtener conocimientos, uno tiene que entender que la naturaleza de la realidad macro-dimensional es literal. Esto abre unas inesperadas avenidas que el autor ha explorado meticulosamente. El va mucho más allá de la visión anulativa y monodimensional que nos ofrece hoy la visión materialista dominante del mundo.

Las Visiones en la Piedra no está limitado al mundo de las apariencias inmediatas, sino que demuestra cómo las fronteras entre las dimensiones inferiores y las superiores pueden ser atravesadas. El puente empieza en el extremo inferior del espectro "leyendo reliquias" hasta el otro extremo con la directa intercesión de "entes superiores" en las esferas macro-dimensionales.

Según Gold, "la contaminación espiritual" por exposición a reliquias legibles fue inventada por individuos organizados en esas escuelas que poseían conocimientos superiores -ahora llamados esotéricos. Sin embargo, hay un "pez mordiéndose su propia cola". Para desentrañar reliquias dejadas por escuelas, uno tiene que saber algo sobre la invocación. Pero la invocación objetiva es algo que se aprende sólo en una escuela. Esto significa que estos secretos sólo pueden ser descubiertos por alguien que ya posee grandes conocimientos. Para aquellos que no tienen los conocimientos ni la comprensión, y que trabajan con el tosco método de prueba y error, tales como la astrología moderna y el espiritismo, es la más pura charla incoherente, y el secreto se mantiene a sí mismo.

No sólo ocurrieron esas cosas en el pasado; están ocurriendo hoy. Reliquias de escuelas están siendo producidas y sembradas en el mundo en general por escuelas contemporáneas que codifican dentro de ellas ciertos datos y los transforman en reliquias eoras. La mayoría de la gente es sensible a estas grabaciones pero muy pocos tienen una idea de a que están respondiendo.

Esto implica que la iniciación y transformación espiritual no solamente se originan en el individuo sino que empiezan con suaves influencias halagadoras hacia el camino durante un largo periodo de tiempo. Una cierta cantidad de azar está en juego para determinar quién recibe estas radiaciones. Pero la exposición accidental a las influencias de fuentes superiores sólo nos puede dar un primer gusto por algo que, para ser logrado, tenemos que trabajar solos.

Habiendo trabajado personalmente con antigüedades y visitado innumerables museos por el mundo, llegué a encantarme con las inusuales experiencias psíquicas que empecé a esperar cuando visitaba museos con reliquias antiguas -particularmente de la cultura sumera. Sabía, sin la más mínima duda, que las reliquias estaban modificando y extendiendo mi consciencia, y me envicié con esto. Las idiosincrásicas reacciones orgánicas a estas radiaciones sutiles abarcan desde la fatiga, los mareos, el vértigo, la irritación, la agitación, la náusea, la inquietud hasta un sentido de elación, excitación o de gloria, como usa esta última palabra Joseph Campbell. Quizás los lectores recuerden unas sensaciones extrañas asociadas con visitas a museos y lugares antiguos . . .

Una vez que se está armonizado con estas emanaciones, pueden ser tan poderosas que llega a ser difícil soportarlas durante largos periodos de tiempo. Con el tiempo me encontré cada vez menos capaz de permanecer en museos repletos de reliquias legibles durante mucho tiempo. Pronto me sentía totalmente agotada igual que se podría imaginar a un médium después de una sesión de espiritismo. Por supuesto, no entendía el mecanismo operativo, pero sabía que las reliquias me estaban influyendo, y que ciertas culturas tenían más impactos que otras, siendo especialmente poderosas las exhibiciones de Asia occidental.

Como experimento, recientemente mencioné la idea de las reliquias eoras a una persona que se consideraría muy culta según las pautas de finales del siglo veinte, y me enfrenté con una expresión de conmoción, horror e indignación. Para ser justa debo confesar que si yo ma no tuviera experiencia propia de tales cosas, probablemente también encontraría difícil creer que hoy en día, en esta época, cosas como la información esotérica grabada en reliquias es una posibilidad. Pero la exposición a un gran número de fenómenos extraños relacionados con estas reliquias me ha enseñado de otra manera.

Los descubrimientos contados en este libro no se pueden realizar en el estado de sueño ambulante, ni pueden ser hechos a través de medios ordinarios, por elevados que sean. Estos descubrimientos sólo pueden ser el resultado de una transformación espiritual correctamente dirigida, guiada de forma precisa y por el ejercicio de centros superiores que se abren mediante un prolongado trabajo sobre sí mismo.

Los secretos esotéricos que han sido olvidados durante cientos de años nunca habrían vuelto a aparecer si no por la pericia teriosa de E.J. Gold como viajero laberíntico y su habilidad para relacionarse con los mundos macrodimensionales que penetran el dominio humano. Se precisó una combinación rara de científico, aventurero y chamán para destapar lo que ha eludido la humanidad desde la Edad de las tinieblas.

Gold ha logrado lo que la mayoría de los individuos sólo sueñan con lograr, además, demuestra cómo lo hizo. Demuestra que a largo plazo, nosotros llegamos a ser lo que nos forcemos por conseguir a través de nuestros propios esfuerzos . . . las influencias beneficiosas guiándonos suavemente, pero nunca reemplazando el esfuerzo personal, la persistencia, la astucia y el sufrimiento individual.

El hecho mismo de que este libro haya sido escrito ofrece la esperanza de que podemos liberarnos de la ignorancia, la arrogancia, la ceguera, la vanidad, la corrupción, el miedo, el egoísmo y todos los otros enemigos mortales que se alimentan de nosotros y corroen nuestra única oportunidad para la vida real.

Este libro va sumamente en serio a pesar de todos los disfraces y los entretenidos desvíos que tienen la intención de distraernos en plan juguetón de la claridad y franqueza de su mensaje y fortalecer nuestra atención e intención. Ésta no es una caprichosa alegoría, ni el producto extraño de una imaginación demasiado activa. Es casi tan sincero como cualquier introducción competente al chamanismo lo puede ser. Desde luego el autor probablemente está apostando a que pocos probarán en realidad lo que está proponiendo, de modo que, por qué no decirlo claramente, y probablemente tenga razón . . .

Sin embargo, para los pocos que, entre el sentido creciente de la perdición ahora a finales de este siglo veinte, están cansados de la vida ordinaria, que quieren cambiar y que están dispuestos a realmente trabajar para ello, la transformación espiritual no es algún sueño abstracto. Tiene más realidad que nuestras vidas llenas de sueño. Es tan tangible que casi se puede medir cómo cambia la relación que uno tiene con la materia ma de que está hecha el universo. El conocimiento de que, una vez despierto y transformado en un campo eléctrico activo sin anomalías entrometidas, seremos guiados por conocimientos superiores y seremos capaces de armonizarnos y trabajar dentro de otros campos eléctricos mayores, sirve como un faro hasta que un mundo con límites que retroceden se nos despliega, el mundo real que ahora es velado por el sueño.

Pero como señala Gold, esto sólo puede suceder por la auto-iniciación. A fin de cuentas estamos solos, y es estrictamente por nuestros propios esfuerzos que llegaremos a algo. Debemos encontrar la fuerza y necesidad internas que nos darán el impulso para persistir en nuestro camino.

Linda Corriveau
Editora y Museógrafa


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